Para todos aquellos que montamos en bici con regularidad, sabemos que es un deporte sacrificado. Y más si decides competir. Todavía me encuentro con gente que no entiende porqué entrenamos tanto y porqué tanto sacrificio.
La bici, como muchos otros deportes, al final te acaba enganchando, ya sea por la sensación de libertad que te da, por poder pasar por sitios por dónde otro artilugio no pasaría, etc...
Sea como sea, en mi vida la bici desempeña un papel muy importante. Es por eso que no puedo darle la espalda, por mucho que se tuerzan las cosas, cuando me duelen las piernas y no puedo entrenar como quiero y acabe amargado nosé decirle que no.
Conozco mucha gente que ha competido y ha acabado aburriendo la bici hasta el punto de dejarla colgada en el garaje. Creo que tampoco es para tanto. La bici es uno de los deportes más sanos que existen, que te hace llevar el corazón al límite en ocasiones y te anima a superarte.
A veces la quiero, cuando me va bien, y a veces la odio, cuando me va mal.
Hoy he tenido un mal día, de los peores que recuerdo, en el camino de vuelta a casa maldecía el dia en que mi primera bici se cruzó por mi camino, pero soy consciente de lo mucho que perdería si la dejara.
Hoy te he odiado, pero quizás mañana te ame.
Hoy te he odiado, pero quizás mañana te ame.
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